Poemas,
desterrad el dolor
con su corona de espigas,
devolvedlo
a su útero de lamentos.
Construid un trono
de cenizas propias
para que nadie
ansíe destruirlo.
Consoladme
en esta mala hora
con vuestras necesarias
maldiciones y
piadosas sentencias
sin que mi corazón
os sirva de comida
y mi sangre apacigüe
vuestra sed de versos
mintiendo acerca
de la belleza de mi ángel.
Poemas,
entregádmela pura para
que el amor nos pueda corromper
sin pedir limosna.
Elevad mi suplicante cuerpo
hacia los cielos jadeantes
donde ella se esconde,
miércoles, 4 de marzo de 2009
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como tu y yo bien sabemos...despues des casquete viene el poema...jajajaja...un abrazo cabronazo...cuidate hermano...
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con Jaume.
ResponderEliminarA mí me han escrito muchos poemas y no he tenido el placer del casquete.....jajajaja
De hecho, el de los casquetes, resulta que no escribe jajajajaja.....¡pero hace mucho deporte! jajajaja
Besitos para los dos,
Claudia
A MI NUNCA ME HAN HECHO POEMA NI ANTES NI LUEGO DEL CASQUETE PORQ CONCUERDO CON CLAUDIETA "NO ESCRIBEN"
ResponderEliminarSIEMPRE TERMINO ESCRIBIENDO YO...
PERO TENGO MIEDO DE Q SI ME METO CON UNO Q HACE POEMA MI TEMOR ES Q ME LOS RECITE EN LA CAMA MIENTRAS TRATO DE DIVERTIRME...
SEGURO EN VEZ DE GEMIR LE DIRE
"CALLATE Y SEGUI!!!!"
PUFF!! (CACHETAZO)JAJAAJA
Me resulta fascinante escribir después de hacer el amor, es revitalizante, se escribe con fuerza, se logra cosas interesantes... y nuevamente se busca el siguiente acto, el siguiente poema... así hasta escribir cocho o diez... jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gio.
Me gusta esta especie de plegaria enfebrecida y sumamente erotizante, jaja.
ResponderEliminarY pregunto ¿llegan a responder los poemas a estas súplicas?
También es muy interesante las conexiones entre casquetes y lírica.
Un abrazo.
víctor