Viajo a través de su tacto,
más allá de su piel
con los documentos del amor
en regla y todas las vacunas
puestas para prevenir
cualquier enfermedad sigilosa
corriendo por los pasillos
y habitaciones
sorprendiéndonos desnudos
sin el suficiente calor para la ocasión
y sabiendo que no podremos
amañar el destino estableciendo de nuevo
la inocencia salvaje de los primeros besos.
Sus huellas dactilares no exigen
amarras hechas de papeles
y promesas,
no reclama sacrificios que pongan
a prueba la felicidad
buscando rosas entre espinas o desafiando
el veredicto infantil de las margaritas
Y mientras ella duerme,
despertándose a mi lado,
capturo su pureza cada día.
miércoles, 17 de junio de 2009
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EMILIO:
ResponderEliminarCREO QUE ES LO MÁS BONITO QUE HAS ESCRITO NUNCA.
SÓLO ESPERO QUE SEA UNA GRAN VERDAD Y NO UNA COSA DE ESAS DE POETAS QUE DESPUÉS DICEN QUE NI SIQUIERA SABEN POR QUÉ LA HAN ESCRITO.
ENHORABUENA, MUAAAAAA
Te dejé mensaje la semana pasada pero no lo veo publicado. Te decía que creo que es lo más bonito que has escrito nunca........
ResponderEliminarUn beso y felicidades
Disposición para acatar el destino y capturar la pureza... Bien, bien.
ResponderEliminarMe gusta el poema, compañero.
Es un buen viaje el que describes :)