Oh Señor, concédeme
un instante de tu gloria,
redime los pecados
que humildemente
tomaré de su belleza.
Beatifica mi erección
para que ella pueda
adorarla entre sus muslos,
mientras de nuestra unión
brotan nuevos preceptos.
Bendice mis necesidades
en la catedral de su cuerpo.
jueves, 30 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No metas a Dios en esto que los tríos no dan buen resultado jejeje
ResponderEliminarPero es un poema excelente, apasionado, arrebatador....
Un beso,
Esperemos que lo haga siempre, siempre. Me gusta aquí.
ResponderEliminar¿NUEVOS PRECEPTOS?, ja ¿cuáles?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. No serás exseminarísta?...
Soy fiel al horario de culto de este blog.
Abrazo, socio.