Sería más sencillo asumir nuestras
debilidades sin tanta parafernalia,
podríamos hablar de tantas cosas
plácidamente sin tener que estar
quebrantando leyes al desear sus cuerpos.
Todos hemos traicionado nuestra infancia
jurando no parecernos a los mayores.
Jamás estaremos de acuerdo con nuestro
tiempo, siempre es un buen momento
para que seáis dulces con nosotros,
os diremos lo que queráis oír a pesar
de que nuestro corazón salga mal parado
con nuestras decisiones,
aún así estaremos dispuestos en cualquier
momento a herirlo contra vuestra belleza.
Nunca seremos lo suficientemente inteligentes
cuando presumimos de nuestras conquistas,
construyendo los castillos con arena
perdiéndonos en las aberturas de sus faldas.
domingo, 14 de diciembre de 2008
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Pues sí que nos perdemos. Se perdieron nuestros abuelos y se perderán nuestros hijos. Bendita perdición, jajaja. Late el corazón fuerte, mientras nos perdemos.
ResponderEliminarNunca seremos lo suficientemente inteligentes, y después de todo no ocurre nada si asumimos las verdades.
Un abrazo.
Si, eso nos pasa por tener dos cabezas ja ja ja ja , somos el sexo débil.
ResponderEliminarGracias Víctor es un honor , un abrazo grande
Perdiéndonos en las aberturas de sus faldas, que es como decir "hasta el infinito y más allá". O lo que cuesta que luego alguien nos encuentre, por favor. Todo hay que decirlo...
ResponderEliminarYo te encontré hoy en el principio de un bellísimo blog.
Tú piensa si te animas, o no te animas a continuar con tus páginas. Yo mientras las voy leyendo...
Un abrazo, compañero.
Entro después de 10 años en silencio y veo estos comentarios. Decir gracias amigo
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