Tu ausencia,
mi sed,
el recuerdo es la distancia infinita,
la palabra que te nombra,
la vez primera
pensar que compartir sería fácil.
Los días
y
su derrota,
el cansancio de unas manos ciegas
que se pierden al no tocarte.
El frío anudado al silencio
tras la soledad de la despedida,
la ceniza del amor consumido.
Mi dolor da a luz un poema
para negarte al olvido.
Como habitar en mi memoria sin pronunciarte.
martes, 23 de diciembre de 2008
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A veces nos quedan esas ganas de derrotar las memorias, sin embargo sabemos que es imposible derrocar a los amores de ese lugar.
ResponderEliminarHermoso poema Emi, te mando un beso desde acá y deseo que tengas una linda navidad :)
Abrazos!
Con tu presencia por aquí ya tengo una linda navidad, Gracias Anna un montón de besos y abrazos
ResponderEliminarMe acabo de encontrar otro Emilio....
ResponderEliminarÉste es tierno y dulce, y sabes, yo creo que es el de verdad,......el otro es sólo un traje para despistar y defenderse de la sinrazón....
Yo hago algo parecido con mis tacones, me los pongo y todo cambiar.......
Me alegro de haber pasado por aquí
Bueno Clau me has pillado , pero no se lo cuentes a nadie , este traje es más vulnerable. Tacones uhm, seguro que entonces llevas el disfraz de pecadora je je je , besos
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